domingo, 14 de julio de 2013

Por las orillas del Sella.




Cierto que no es el río salmonero más importante de Asturias. Vale que es un rio que se deja descender en canoa dando origen a una fiesta popular sentida y divertida.

Pero he pasado unos días junto a él. Es el núcleo del Reyno Astur.  Se visitan en su orilla y aun se puede residir en los conventos otrora palacios de sus reyes.


Yo montañés y pirenaico me siento a mis anchas en este monte bravo pero menos indómito que el de casa. La proximidad del mar le da al clima un punto de suavidad que no posee el correoso tiempo de la Alta Jacetania por ejemplo. Y sin embargo es montaña.


Este año que el verano se retrasaba era un placer pasear a pie por las orillas del Sella junto a Cangas de Onís. Si alguno lo duda no tiene más que mirar la foto de cabecera del blog, una panorámica del Sella entre Cangas y Villanueva.  Idílico y salvaje, pues bien en ese valle hubo una congregación de benedictinos y aun te puedes albergar entre sus piedras venerables su iglesia ya románica y visitar eremitorios monjiles como el de Villamayor (Infiesto) una historia de monjas pecadoras, que es muy sabrosa, porque se ve, detrás del cuento de las monjas pecadoras, el voraz apetito de un obispo que quería a toda costa sus prerrogativas y tierras.


Es curioso lo fácil que resulta tildar a una monja de puta y bruja y lo difícil que se hace dar el mismo trato a una comunidad masculina. Por ejemplo nunca nada se dijo del Conventín (Monasterio de Santa María de Valdediós) que hoy aun funciona como hospedería de peregrinos a Santiago.


Supongo que lo de las monjas, son cosas del inconsciente colectivo que decía Jung. O bueno de lo que por nuestra especial configuración cerebral estamos dispuestos a creer. Seguro que alguna mujer mujer como Lola Gracia enseguida ve los delirios del macho; que no puede ver un grupo de mujeres, sin pensar que son su harén o malas putas...


En fin se entiende mejor la historia cuando se ve medrar a la iglesia junto al poder de los reyes. Porque la creencia en lo transcendente,  ya estaba consolidada entes del cristianismo. Por ejemplo en Cangas se puede ver la Ermita de Santa Cruz en Contranquil la antigüedad que se le atribuye  el 437 y estar edificada sobre un dolmen del 3.000 A.C., del que son originarios los bloques laterales. Fue reedificada por Favila en el 737 para custodiar la Cruz de la Victoria, se cree le sirvió de tumba.


En resumen Fabes Salmón e Historia ¿qué más se puede pedir para unas vacaciones?

sábado, 13 de julio de 2013

Subida a Asturias





Fueron mis días astures, como colofón a la observación de aventura humana que inicié en Atapuerca. Ascendía por un enrevesado camino hacia las montañas de Asturias, pasando por el impresionante pantano de Riaño. Llegué  esas tierras donde me enseñaron que había renacido España, la España Visigoda contra el dominio del moro.
Allí en los riscos de Covadonga hubo lugar la batalla. La primera batalla en que la identidad hispana quiso defenderse del invasor islámico.
En realidad menos lobos, Covadonga es la consecuencia de una pelotera familiar entre Pelayo al que se le supone hijo de Favila y que a su vez se supone espatario de de Don Rodrigo.
Todo parece indicar que el tal Pelayo tenía una hermana casada con el moro, otros dicen que el moro la quiso desposar. Total que la llamada Adosinda fue el motivo de la camorra. Pelayo y sus huestes haciendo ver que huían llevaron a Munuza  el moro con pretensiones de cuñao a una fatal encerrona.  Pero no es eso lo que me llevó a Covadonga,  es muy probable que en tiempos remotos aun precristianos la cueva y el agua fuesen un centro de culto a Deva la diosa del agua de los primitivos pobladores, que ha dado su nombre a varios ríos. Hay bastantes santuarios que se corresponden con ese patrón cueva y manantial y que deben tener un origen casi paleolítico.
Se me ocurren dos centros aragoneses que tienen parecida topografía San Juan de La Peña y San Martín de la Val D'Onsera este segundo tan antiguo que pretende ser coetáneo de San Martín de Tours (316 - 397)
Es evidente que lo que nos queda es una historia formada por capas superpuestas de diferentes culturas; que se han ido solapando cuando no fundiendo, a lo largo de los siglos.
En el país debieron existir, diferentes oleadas de colonización europea, que trajeron o unificaron culturas dando origen a la España Prerromana.  Esta cultura, la romana, que debía ser tecnológica y militarmente  superior terminó por imponerse, hasta que vencida en sus formas, fue sustituida por las de los pueblos barbaros. Culturas no tan lejanas a los primitivos habitantes de España.
Todo nos hace suponer que Lug es el dios de los lugones, al que algunos atribuyen  sitios tan distantes como Lutetia y Lugo. Los lugones son aquel pueblo del noroeste peninsular a los que venció Décimo Junio Bruto "Galaico" -desde entonces-.
Hay algunos estudios, que aproximan la cultura de estas gentes, con las espirales, petroglifos que aparecen junto a los castros gallegos.-Con un determinado viaje iniciático - en espiral, como el juego de la oca, y como no con el camino de caminos, el que hoy llamamos de Santiago, pero que debía ser una ruta iniciática muy anterior.
Y lo dejo por hoy, que tengo que recorrer mi particular camino de la oca, de la madre oca o de los cuentos de la madre oca...
Tal vez pronto explique algo más de Pontedeume  A Capela o la Capelada donde existen más de 90 km de caminos medievales, vías romanas... Flora y fauna que ya nos habla de chamanes y druidas...


Una vista obligada.




Cuando viajo me gusta perderme por las viejas rúas, algunas veces me gusta entretenerme ante las librerías. Una librería dice bastante de los habitantes de un pueblo. Hay veces, que se encuentran dos establecimientos o más que forman una pequeña cadena. Otros como en Burgos aparecen dentro del Museo de La Evolución Humana y además tienen otras tiendas en la urbe.

Me gusta ver los títulos de los libros que figuran en el escaparate, son inevitables los Best Sellers. Estas cosas, son fácilmente identificables, tienen un aspecto de ladrillo colorido, un lustroso forro de papel estucado, un título sugerente, el autor, y una característica adicional; casi siempre has oído hablar de ellos antes de verlos.
A mi me producen una cierta fobia, es un repelús surgido de lo más profundo del inconsciente.

 - ¡Oye si tu no crees en el inconsciente!

¡Claro, como voy a creer que tenemos un conocimiento desconocido!

Pero así en plan de broma pedante, queda bien. En realidad lo que creo que sucede es lo siguiente, adquirimos unos conocimientos unas percepciones, que la lógica no analiza. Eso lo llamamos percepción no consciente. Por otra parte nuestra memoria episódica, es decir el cúmulo de vivencias, también proyecta o modifica las percepciones de tal manera que altera el resultado aunque de allí a decir que hay un inconsciente que regula las vivencias y la conducta hasta la salud no deja de ser una barbaridad.

Pero bueno que me alejo del tema, lo que más me agrada mirar en las poblaciones que visito son las librerías de viejo. Allí es fácil encontrar libros que nos hablan también de los habitantes del burgo.

En Galicia suelo pasar por el establecimiento de la foto. Este año he comprado entre otros, un libro de Wenceslao Fernández Florez, Volvoreta. Curiosamente, esta impreso en Zaragoza y lo he recomprado en Ferrol. También he encontrado una selección de textos de Murguía una versión del poema del Cid... en fin cosas que me hacen pensar en como son o como eran los lectores Ferrolanos de hace varias décadas.

Y es que un café y un libro de viejo, me suelen brindar un doble viaje literario y en el tiempo que dice muchas cosas sobre el pueblo que me acoge en este caso el galego al que cada día admiro más.
— en Ferrol librería Pessoa.

jueves, 11 de julio de 2013

Parada y Fonda Burgos.



La primera estación fue Burgos. Esa ciudad que dice por su nombre no deber nada a los señores feudales. Tierra del asado y la morcilla, y de las excelentes legumbres castellanas.
Este año creo que era un periódico inglés que recomendaba la gastronomía burgalesa. Como si el comer en Burgos necesitase padrinos.
Lo que es temblar ante unas judías de los Juarros de Ibeas. Si, si  los Juarros allí donde una trinchera de un ferrocarril minero puso al descubierto los yacimientos paleontológicos de Atapuerca.
La Sima del Elefante la Gran Dolina, La Sima de los Huesos, un verdadero libro donde en sus estratos, como si de hojas de un grueso manual de historia se tratase, los antropólogos y paleontólogos, leen las primeras huellas de nuestra especie.
¡Las conclusiones que se pueden sacar de un viejo fósil!
Luego la urbe, alto seguro en el Camino de Santiago, ese invento tan rentable de aquel arzobispo gallego y el Conde consorte Raimundo de Borgoña, que parece favoreció la instalación en la ruta de mercaderes Borgoñones. Lo cierto es que él solo vivió en su apogeo escasos doce años, pero a pesar de esto, Murguía (Manuel Martínez en los registros,   el hijo del boticario y marido de Rosalía de Castro) quiere ver en su presencia el uso de pendones y señeras identificadores de Galicia.
¡Pero hombre don Manuel! Que no hace falta que usted le de cuerda a los nacionalismos, que solo con su vida y obra paga de largo el peaje. Galicia es una realidad en la historia, sin necesidad de tener que darle al franchute arte ni parte.
Habrá que hablar mucho de este pobre funcionario archivero e historiador en relación con los movimientos identitarios de ese invento romántico que son las nacionalidades en España.
Pero en fin así es la historia, los Burgaleses, al mismo rescoldo romántico llaman al Cid su héroe cuando en realidad no paso de ser un mercenario, soldado de fortuna y casi salteador de caminos.  Porque barbaridades en torno al Cid las han escrito y publicado desde los juglares medievales hasta los estudiosos modernos.
Empezaba hablando de la gastronomía burgalesa, pues bien choca encontrar cerca de la catedral una gloriosa mejillonera, que ofrece los auténticos frutos de la tierra.
Creo que era un guasón, el que decía, que entre las presentaciones actuales del sabroso molusco figura la auténtica receta con la que Doña Jimena le presentaba el mejillón, a Don Rodrigo Díaz, o sea el Cid; cuando volvía de sus cabalgadas por tierras de Toledo.  Y es que un mejillón así con su concha y sus barbas debe ser un excelente remedio para las fatigas de la guerra.