Mostrando entradas con la etiqueta miscelana ensayo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta miscelana ensayo. Mostrar todas las entradas

martes, 12 de septiembre de 2017

De catedrales Jaca y Huesca.


Lo describía como algo muy antiguo, los egipcios lo usaban, también la religión en Roma.

Orientar un edificio de forma tal que un o dos veces al año...

Pero hay que comenzar por el principio.

El sol tiene un movimiento aparente, amanece por el este y se pone por el oeste, pero cada día el sol nace y se pone por puntos ligeramente distintos.

El sol amanece en el punto mas lejano al punto cardinal Este dos veces al año.


Son los solsticios, el solsticio de verano y el de invierno. Sobre el 20 21 de Julio, el sol parece incidir verticalmente sobre el paralelo 23º 26′ 14″ Latitud Norte (Trópico de Cáncer) el punto más septentrional. Comienza un desplazamiento aparente hacia el sur hasta alcanzar los 23º 26′ 14″ Latitud Sur (Trópico de Capricornio) que alcanza entre el 20 21 de Diciembre produciendo el solsticio de invierno.

En el hemisferio norte, experimentamos el día con mayor número de horas de sol, el 20 21 de Julio, y el día con menos horas de luz el 20 21 de Diciembre.

Este movimiento aparentemente pendular, hace que el sol aparezca dos veces en el año por el Este geográfico cuando se desplaza de norte a sur, es decir de Trópico de Cáncer a Trópico de Capricornio y cuando regresa otra vez de sur a norte.

Ese punto medio lo llamamos equinoccio, en el la noche y el día coinciden en su numero de horas y los llamamos equinoccio de primavera y de invierno respectivamente.

En realidad el cálculo es algo más complejo, pero a la clase sacerdotal egipcia y romana le servía como un sistema de medición de tiempo y estaciones. Cuando el sol parece ascender hacia el norte en sus salidas los días son más largos la insolación mas pronunciada y en ella se producen las cosechas mas importantes.
 

Los sacerdotes egipcios, usaban además, hasta 36 estrellas y su observación del ciclo sotiaco movimiento aparente de la estrella Sirio (diosa Sotis) les permitió fijar un calendario solar 3000 años antes de nuestra era.



Y ahora, volviendo a la orientación, de nuestros templos los tenemos que actuaban como enormes calendarios. Orientados con la cabecera o ábside al este, y la puerta de acceso al oeste, se producen en ellos, efectos de luz que pueden sobrecoger al lego. Mientras tanto le avisan al pontífice (recordemos; que en Roma, el pontífice no solo cuidaba de los puentes sino que también era responsable de fijar el calendario civil y los días fastos y nefastos)

Avisan al pontífice, decía, del paso del tiempo y las estaciones.



Días atrás escribía sobre la orientación de la ermita de Salas, cuyo eje mayor está ligeramente desviado hacia el sur. 3.1º. Es decir; que aparentemente se construyó orientada a la salida del sol en un día en el que el sol salía aproximadamente 3º por debajo del punto este. Aproximadamente 3º por debajo de la salida equinoccial es decir tres días antes del equinoccio de primavera o tres días después del equinoccio de otoño.

Como es lógico pensar, la fecha del planteamiento quedará señalada por otros indicadores. buscar la fecha de consagración exacta tendría que ver con la orientación elegida. Debería coincidir con la del día en el cual la iglesia celebra a ese santo, o ese otro acontecimiento.



El maestro de obra, comenzaba por dibujar sobre el suelo el plano del edificio.

Pero debería, hablar de las consagraciones dedicaciones de templos.
El cristianismo es deudor de otros ritos, él por su raíz judía, no tenía templos.

Tampoco es muy creíble, que un rito nacido en el seno de una observancia hebrea. En la cual el cual el cadáver era un objeto impuro, diese como resultado, la traslación de los restos del santo para edificar sobre ellos el altar, o la lipsanoteca, esa cajita que guarda reliquias o ese agujero en el ara donde se esconden.

En realidad solo en el concilio de Trento se reconoce su uso. Antes podía ser una cuestión heredada de las religiones gentiles. Aunque es cierto que su descripción sacramental figura ya en Sacramentario Veronense o leoniano (referido a León I Papa entre el 29 septiembre del año 440 y el 10 noviembre del 461). Además su sucesor Gelasio I cuyo pontificado duró entre el 1 marzo 492 y el 21 noviembre del 496. También dio normas sobre el sacramento de consagración. Al parecer, es este Papa, quien suspende definitivamente las Lupercales. Como es evidente no poseían ningún punto en común con la doctrina católica.



Mucho me temo, que la dedicación (así lo llama el rito romano) de un templo a un santo pasaba por un rito similar y supersticioso de establecer bajo el altar una fosa con los restos del mártir a quien se dedicaba el santuario. Observad que estoy evitando usar la palabra iglesia, por que iglesia es la asamblea de fieles, y el templo un lugar mas o menos pagano de reunión y culto.


Porque donde están dos o tres reunidos en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos.
Mateo 18:20.



Pero ritos como los realizados en el trazado de un campamento romano, o la preparación de un espacio para dedicarlo a templo, quedaron integrados en el catolicismo.



Comenzaba este con el dibujo en el suelo de la planta del edificio, y un sacrificio ritual, cuyos restos o parte de ellos quedaban en el subsuelo.
Luego el arúspice designaría el día fasto para la obra y también ofrecería sacrificios a la conclusión de la misma.



En el catolicismo era el obispo, el que dibujaba con su báculo una cruz en la parte superior e inferior de la iglesia.



El maestro de obras ya había trazado el eje central mediante dos cruces en aspa.



El obispo sacralizaba el terreno.



El maestro de obras ya había explanado y nivelado el solar de construcción buscando aquellos sitios donde la piedra natural haría las veces de cimiento y disponiendo sillares o bloques en los lugares que no existía la roca.



El obispo bendecía y colocaban la primera piedra.

El maestro constructor también había dispuesto un primer bloque.



El aire, el agua, el fuego y la tierra los cuatro elementos formaban parte del rito. El agua lustral o bendita. El fuego que consumía el incienso. La tierra en forma de ceniza, también representada por los de huesos de los santos.

Se extiende ceniza en el suelo y se escriben los dos alfabetos... griego y latino.


Pero bueno nos llevaría muy lejos de nuestro objetivo seguir el rito hasta su ultimo detalle.

En otra aportación continuaré por la tumba, que dicen que todo templo tiene. Hablaré de lo que es, o por lo que mi maestro me dejó creer.


Y ahora es el momento que os muestre un par de imágenes de La Catedral de Huesca en una fecha cercana al equinoccio de otoño. Yo hace tiempo que observé el efecto y aun me sorprende cuando me encuentro con el.


Lamentablemnte  llegué un poco tarde este año y el sol ya había hecho su pasada por el centro del retablo. Supongo que algún día, si madrugo, y el templo está abierto podré ver el efecto contrario el de la luz solar penetrando por el óculo y haciendo un recorrido por la nave central.
¿Quién sabe! a lo mejor me lleva hasta la tumba de un señor como el que pintan al margen del plano de Jaca. Porque los templos estan llenos de saberes ocultos.
Una fecha impotante en la religión es La Pascua. Se conmemora la salida de pueblo hebereo de Egipto. Durante una de estas celebarciones se produjo la muerte de Jesús en la cruz.
El calendario hebreo es lunar, la pascua es la primera luna llena de su añ
o que en el calendario solar corresponde con la primera luna llena después del equinoccio de primavera (hemisferio norte). Es decir que ese fenómeno se produce en uno de los 33 días que median entre el 22 de Marzo y el 25 de Abril.
Cuando el calendario catedralicio, marcaba el equinoccio, -lo marcaba y lo podía predecir-. La siguiente luna llena era la del Domingo de Pascua. Por eso la orientación del Templo era importante. Pascua Pentecostrés y Ascensión son fechas marcadas por el cielo.
Tal vez que dentro de el rito Romano de consagración se cantase el Veni Creator. Era un reconocimiento a la sabiduría que el Paráclito, había infundido en la mente de los hombres...




lunes, 8 de mayo de 2017

Cultura Prozac Criterio


Miro un mundo que dejo, y creo que es peor que el que recibí.
Apostamos por mayor incultura, por contenidos febles, por un saber derelicto.
A los jóvenes les privamos del arte, de la literatura. Es el segundo paso después abandonar la filosofía en la formación base.
Un maestro de hoy sabe menos que los que fueron mis maestros.
El saber, eso que llamamos comúnmente, cultura es el ladrillo de la persona, de la personalidad.
Apostamos por lo funcional, por la espuma del refresco. Lo trascendente no tiene trascendencia.
Todo el conocimiento es posible, nos hacen máquinas binarias si o no 1 ó 0. Todo es cognoscible menos el hombre, menos el conocimiento.
No se si el salto en conocimiento proporcionado por la tecnología es bueno, pero creo que no. Si perdemos la emoción que causa el David de Miguel Ángel, si no reímos con El Quijote, o temblamos con Otelo. Si perdemos la noción del disparate escolástico ese que quiere aprehender la esencia lo trascendente también perdemos nuestra esencia.
Como será El Olimpo de la informática, como serán las musas en aplicación para el móvil. Seguro que los grandes cerebros ya han visto la versión del Parnaso 3.0 para Android.
Ayer en una conocida tertulia de radio se hablaba del hedonismo, en algún momento de la felicidad en pastillas. Se nombró el Prozac, y una de las asistentes se quejaba del exceso de medicación. De la marea de ansiolíticos que nos baña. Pero a renglón seguido esta misma persona justificaba.
Claro que hay casos, hay determinadas personas que han perdido a un ser querido padre , madre hijos marido en circunstancias tan dolorosas que...
¡Qué si justifica el ansiolítico?
Y decía este disparate, con la naturalidad y la estupidez con que nos viste la industria farma. A ver señora perder un ser próximo, es algo extremadamente común al ser humano. Me temo que solo a los prematuros, a los abortos no se les muere nadie cercano.
Al resto de la humanidad lo corriente es que en su vida tenga varías pérdidas en ese terreno faltaría mas.
Mire señora El Duque de Gandía, Juana la Loca, o el mismo Pascal pasaron por momentos personalmente difíciles. Y no tenían Prozac.
La medicación con sustancias, debe hacerse por y para una patología no para una circunstancia. El disparate que anida en ese razonamiento es equivalente a:
Como estará usted expuesto a una infección le vamos a recetar ya una sobredosis de antibióticos.
Como pasa o pasará usted una vicisitud (sucesión de vivencias favorables y adversas) le vamos a suministrar soma [El soma de Un Mundo Feliz de Huxley] y tan contentos.
No, eso no es así, antes de dopar al individuo para que se sumerja en sus dramas, vamos a vacunarlo, a procurar que tenga capacidad para generar sus propios anticuerpos.
Y eso en esta vida solo se logra con cultura, aprendiendo a vivir las experiencias sabias en el arte. En la escultura pintura música o literaria, usted debe aprender a proyectar sus vivencias en la cultura, a ser uno en el campo plural. Cuando usted sepa hacer eso, la pérdida de un ser querido o de una situación social será una enfermedad pasajera como lo ha sido para el común de los mortales la mayoría de las veces.
La educación debe ser el método para que el educando adquiera criterio.

lunes, 6 de marzo de 2017

El Sabio Meditador.



Cuentan; que hubo un sabio, que se creó para si un eremitorio, para dedicarse en el a la meditación profunda.

Había días, que se sentía como aquel moscardón que describe Pessoa.

En mi camino hacia la luz me golpeaba una y otra vez, y otra con un cristal transparente. Con una realidad que permanecía oculta a mi razón a mis sentidos.

Otras veces en cambio, su vagar le recordaba más el robot de aquél cuento de Asimov. Ya no recordaba bien la historia, pero puesto ante un dilema que afectaba su existencia, el androide no hacia otra cosa que orbitar y orbitar en torno al problema. La curva, más o menos cerrada y plana, era la resultante de una pulsión que le exigía la retirada -probablemente basada en un instinto atávico- y la de conservación. La atracción impregnada de tanatofilia, que le impulsaba a pertenecer a ella, a ser pasto de la anulación, y el deseo de huir.

Cuando en la tranquilidad de su alcoba pensaba en estas representaciones, se identificaba mejor con el moscardón y el cristal. Llegaba a pensar que era una realidad mágica, maléfica, aquella que solidificaba el aire en su camino.
Él chocaba una y otra vez contra un vidrio que deberían haber construido a prueba de bala.
Vidrio que alguien el destino, o el hado interponía siempre en su camino.

Se sentía lanzado en un picado suicida hacia su meta, y de pronto sin saber como se escuchaba dentro de su cabeza el sordo golpe contra aquel baluarte; que las convenciones, su clase social, o simplemente en azar, ponían una y otra vez en su destino.

La otra opción le traía evocaciones de fatiga, no era él era su órbita, un día pensaba, dejaré de rechazar mi subconsciente. Perderé el repelús que la gnosis me produce y mi mente caerá libremente en el seno del saber.
Pero enseguida la asaltaba la duda, ¿y si un día? El saber, ese dios achacoso y anciano, el cual se suponía habitaba en el centro desaparecía.
¡Ah! Entonces, entonces sería proyectado con toda la fuerza hacia las remotas y oscuras zonas de la ignorancia.
¡Qué horror salir cómo piedra de una honda! Cómo el martillo de un lanzador olímpico, centrífugo sin destino conocido, destinado a estamparse en la nada oscura del más allá.
Así pasó sus últimos años. Muerto en el dilema lo encontró el diablo. El maligno orilló su cadáver, abrió la puerta para ventilar la sala, se dirigió al lo que el meditador consideraba ventana, lo descolgó de la pared, y le dio la vuelta. La ventana en las que tantas veces se había estrellado el meditador era solo un espejo.
La luz, la iluminación perseguida con denuedo hasta la muerte, era solo el reflejo en un espejo. Entre la luz y él; entre la sabiduría y  él, nunca se interpuso nada.


domingo, 6 de noviembre de 2016

París cenando.

La Reserve de Quasimodo.

Quasimodo cuantas veces habrás oído ese nombre o tal vez escrito Cuasimodo.
¿Pero hubo alguna vez un San Cuasimodo? No el Domingo de cuasi modo es una celebración de la iglesia católica llamado así por las primeras palabras del introito de su misa. Es el primero después del domingo de resurrección, alude tal vez al renacimiento del alma en cristo, como niños recién nacidos. Está fundamentado en la segunda y supuesta epístola de San Pedro que figura en las Biblias Católicas. Y en 2,2 dice: Como niños recién nacidos apeteced la leche espiritual. No es solo la iglesia católica la que habla de renacimientos en el espíritu. Pero ahora y contando que en el tren solo había bocadillos lo que mi cuerpo pide es descanso y alimento.
Pasamos por delante de las campanas de Notre Dame tomamos por la izquierda del templo donde hay e un jardín trasero a mano derecha y a la izquierda edificaciones vetustas. Recuerdo haber pasado la Rue massillon chanoinesse (canonesas) de los ursinos y de la colombe. Y justo el cruce de estas aparece un establecimiento de vinos seductor con sus textos. Pero hagamos un poco de historia. La calle de la Paloma es llamada así, por una historia de amor entre palomas; y tiene o contiene, algo de calzada romana y donde en 1898 se encontraron vestigios de la muralla de París que debía ser obra de las legiones de Roma.
La leyenda dice que sobre un viejo edificio de la zona, en tiempo y fecha ignorado anidaban un par de palomas, el edificio se vino abajo dejando presa y sin embargo viva a la hembra, el macho que se dio cuenta de ello estuvo llevando agua y alimento a su pareja durante tiempo, hasta que al fin los vecinos apercibidos la liberaron. Es bonito aunque la leyenda no tiene porque ser cierta.
El establecimiento se llama La reserva de Cuasimodo (La Resrve de Quiasimodo). Entré por la puerta que da acceso a la tienda de vinos. Los vi bien expuestos y ordenados. Pensé para mis adentros que quien mantiene una pequeña tienda así también tendría una cocina digna y respetuosa.
Y ya estamos sentados en una mesa junto a la puerta interior. El local es pequeño, solo dos espacios uno, en el cual nos hallamos, especie de marquesina con el obrador al fondo. Es una especie de barra detrás de la cual hay tres microondas la salamandra y creo recordar que un horno. Nada que objetar, yo en casa guiso una vez por semana, como mucho dos, y también uso todas las tecnologías alimentarias. Hasta me permito hacer cubitos de caldo -eso si- un caldo consumatum que decía el recetario de convento que robaron no se donde las tropas de Napoleón. Porque el consomé francés el famoso consomé no es otra cosa que un consumatum frailuno y español que como todos los potajes serios debe tener su origen en la olla, que los judíos dejaban junto al fuego el viernes tarde para comer de ella el sabat.
Al restaurante muy correcto, la carta sin estridencias, sopa de cebolla, terrinas, foïe-gras, coq au vin, quesos...
Nos decidimos por unos quesos y un foïe para empezar. El hígado de pato graso es una joya de la literatura gastronómica. Hay dos formas base de comerlo, tal como se le saca a la criatura. Pasado ligeramente por la plancha con una reducción de oporto y uvas. O la mas tradicional el llamado mid cuit. Preparación que la mayoría de los palurdos consideran algo soberbio. En realidad el mid cuit y mucho de lo que se envasa en latitas de foïe trufado es un producto de segunda calidad.
Creo que después de regentar un establecimiento especializado en esa y otras délicatesses se de que estoy hablando. El foïe es el producto de la tortura de un ave, generalmente pato o ganso (la oca es una subespecie del ganso). De las múltiples especies de patos suele usarse el pato mudo o pato Barbería, o pato almizclado. Que en su origen procede de América tropical, extendiendo su hábitat de Mexico a Argentina. De individuos de esa especie pato criollo (Cairina moschata domestica) Las técnicas de cría obtienen mediante un cruce con el pato de Pekin un híbrido y por tanto estéril denominado pato mula. Que es el que los criadores compran para engordar. Para sobrealimentar mediante la introducción a baqueta de granos de maíz eso se llama dulcemente embuche.
A los quince o veinte días de este tratamiento el animalico alcanza un peso de unos cinco kilos de los cuales entre el 10 y el 18 por ciento corresponden al hígado. Lo que quiere decir que hasta 900 gramos puede ser el peso de un hígado graso, una víscera hipertrofiada a consecuencia de la dieta.
Ahora bien como el hígado es algo muy personal, no todos los individuos generan la misma malformación, así se producen hígados de diferentes calidades. Generalmente a la víscera solo se le arranca la vena o arteria principal. Cuando se ha hecho varias veces se obtiene una cierta destreza y en el mismo momento es suficiente amasar entre los dedos una bolita de su masa para percibir por su untuosidad y los restos fibrosos que puedan quedar en los dedos la categoría del producto. Lo cierto es que el experto ya sabe con esa operación si el hígado aguantará un breve paso por una sartén caliente. Los 1ª aquelos a los que se le supone esa facultad terminarán en una gran cocina para ser elaborados sobre pedido. Los otros no tan consistentes, pueden sufrir un confitado, una cocción a baja temperatura y terminar en un plato loncheados mostrando aún su forma. El último grupo, aquellos que tienen una tendencia excesiva a fundirse suelen terminar llenando latas de foïe con trufas, o en terrinas que formadas por un collage de trozos de hígado unidos por una pasta mezcla de grasa y restos de las vísceras de otros familiares del animalico. Esto último es lo que figura corrientemente en las cartas de los restaurantes.
A los quesos de Francia espero dedicarles una sección independiente.
La sopa de cebolla (soupe oignon) es otra de las delicias de la gastronomía francesa. No se necesita ninguna habilidad especial para hacerla. Solo es necesario ir pochando en una olla, mejor de barro, cebollas cortadas en juliana fina entre capas de pan seco. Cuando el pan está empapado de los jugos de la cebolla y esta comienza a adquirir ese tono transparente. Se la escalda con un caldo de carne ligero, hay quien admite hasta una cucharada de tomate, se lleva a ebullición, se le espolvorea de un buen queso y se introduce en un grill salamandra u horno para gratinar.
La simplicidad siempre ha sido la madre de los grandes platos.
Como un día es un día y París París una botella de Champagne nos acompañará con el leve cosquilleo de su burbujeo. La botela costó la mitad de la cuenta. La otra mitad los quesos el foïe-gras, las sopas de cebolla y el postre y el café no llegaron por céntimos a los 50 €. El trato muy correcto. Para ser un menú en el centro de París junto a Notre Dame no me parece caro. Seguro que un McDonals nos hubiese costado la mitad, y claro no hay color, ni comparación.
Es establecimiento avisa de la larga historia del sitio, dejo una imagen de la puerta, La conclusión de la cena se marca el fin de nuestra primera tarde en París. Volvemos al hotel caminando, son algo más de dos kilómetros. Pero pasear también es vivir París. 

Quai de las Fleurs, pont de Arcole, quai des Gersvres, -Un faro lejano nos guía- Châtelet, pont Neuf, Quai Francois Miterrand, Rue de Rivoli, La Comédie Française (Plaza de Colette) Avenue de l'Opera... Durante el paseo un faro lejano parece indicarnos el camino.

Vamos a descansar mañana toca Louvre y... pero eso será mañana.

sábado, 5 de noviembre de 2016

Más París Notre Dame..


Habíamos partido de la pirámide del Louvre. Nuestro paseo nos llevó al la Plaza del Carrousel, paseo por el muelle de las Tullerías, cruzar el Sena por el Pont Royal hacia el muelle de Voltaire (Quai de Voltaire). En la casa que hace esquina, una lápida de mármol nos dice que allí murió François-Marie Arouet, el escritor, pensador, y filósofo que se escondía bajo Voltaire. De él se suele ignorar que era un gran financiero y que murió rico, muy rico.
¿Quien dijo que el filósofo tenía que ser pobre?
Un filósofo puede ser miserable ideológicamente hablando, pero si piensa bien y conoce las necesidades humanas pude hacerse rico. Ya hay un ejemplo anterior.

A Tales de Mileto, se le reprochaba su pobreza y lo inútil del amor a la sabiduría. Pero cuentan; que previendo, habría una buena cosecha de aceitunas apalabró por poco dinero el arriendo de todos los molinos de aceite de Mileto y Quíos. Cuando llegó la cosecha se encontró en una situación de monopolio, y alquiló las almazaras al precio que quiso. Demostrando, que tenía inteligencia y capacidad para hacerse rico, aunque no era esa su meta.
Voltaire además de poner los pelos de punta a los curas porque decían que era ateo y antirreligioso, especulaba mejor que ciertas ordenes en las cuales la pobreza del fraile repercute en la opulencia de la orden...

Continuamos nuestro paseo, por el muelle Voltaire, bajamos a los embarcaderos Quai Malaquais, en origen -mal acquis- mal adquirido en referencia a una operaciones financieras de...
No, no de Voltaire sino de Reine Margot que era... era una Medici ¡Señor Señor! Siempre el capital y las coronas... Pero de Margarita de Valois hablaremos luego otro día cuando pasemos el punte nuevo y el monumento a Enrique IV.
Continuamos el paseo por le Quai de Conti y Grands Agustins dejamos a la izquierda el Pont Saint Michel y delante de nosotros Notre Dame.

Así en principio, la catedral de catedrales me deja frío. No tiene el empaque de la de Burgos, ni el primor de la catedral de León, si me fuerzas, hasta la catedral vieja de Salamanca con su transición del románico al gótico tiene más “charme”.
Aunque hay algo que la diferencia fundamentalmente de otras, las colas de turistas y la defensa que de ella hizo Victor Hugo.
Al parecer fictor-higó así lo pronunciaba mi profesor de literatura en el bachillerato, que era tan pedante como extravagante. Era un cura que se desplazaba en Vespa. Era impresionante verlo con los faldones de la sotana batidos por el viento, la teja (el sombrero de cura) colgado a la espalda ir a repartir... su ministerio.
Marchaba sin casco y dicen que un día se dio tal leche que le quedaron algunas neuronas cortocircuitadas. Por eso lo de fictor-higó supongo.

Al parecer la historia de Cuasimodo, Esmeralda y Claude Frollo, un archidiácono mas apasionado por la alquimia y el sexo, que por el oficio divino. Fue entre otras cosas una defensa de Victor Hugo sobre la monumentalidad medieval.

No se si es a partir de esa novela en la que Notre Dame comienza a adquirir para algunos el valor de libro medieval, en piedra, de crisopeya alquimia o de espagiría. No hace mucho aún circulaba un libro El Misterio de Las Catedrales que se suponía la llave de entrada al procedimiento alquímico.

Me gustan las catedrales, se que contienen en sus piedras claves de construcción que solo el iniciado es capaz de identificar. También suelen funcionar como calendarios solares, no es un secreto que la catedral suele poseer una ventana orientada al medio día por la que un rayo de luz del coincide con una marca en el suelo el día del equinoccio de primavera. Era la forma que tenían los prelados de la edad media, de establecer la fecha de la pascua.
Desde Dionisio el Exiguo se consideró correcto que la Pascua cristiana se celebraría el primer domingo después del plenilunio de primavera es decir después del equinoccio. Nada que ver con escondites secretos y demás majadería que Dan Brwon y demás zampabollos del arcano nos quieren vender.

La majadería de Brwon supone que hay un continuo en el templo cosa que no es cierta, la primitiva iglesia gótica fue reformada en tiempos de Luis XIV sustituyendo vidrieras y decoración por elementos barrocos. Fue destinada almacén de grano durante La revolución y vuelta al culto, usada por Napoleón para auto-coronarse emperador.

Por otra parte lo que hoy se ve, es mas el resultado de la remodelación hecha por Eugène-Emmanuel Viollet-le-Duc allá por 1844 que el edificio gótico original.

Viollet-le-Duc está mas cerca del mal gusto de Gaudí, que de la simplicidad del primer gótico.
Tema aparte es la espagiría, hablaré de ella cuando trate de Sainte-Chapelle (Santa Capilla) obra de tiempos de un Luis santo rey de Francia que tenía también sus ribetes de español. Pero esa es otra historia...

Lo cierto es que arrastramos en los pies unos 4 km desde el hotel y dada la hora las 8:30 dejamos las colas de visitantes Notre Dame y luego de contemplar la fachada por un rato nos sumergimos en una serie de callejas medievales con la idea de buscar un sitio para la cena.
Yo busco un sitio normal, donde poder tomar los platos comunes de la cocina de Paris sin tener que soportar una carta al neumático Michelín un precio de turista o una majadería semblante. Se que hay firmas dedicadas a la producción masiva de Bou Burguinyon terrinas (patês) o Foïe acompañadas de la indispensable Quiche Lorraine (léase kislorenn) que se sirven al Turista de la misma forma que nosotros lo hacemos con la paella liofilizada.
Parece que el trabajo será duro pero... ya he dicho que París bendice cualquier cosa por extravagante que parezca. Y tiene valor de ley. El parisino tiene ese don, el ser capaz de no extrañar ninguna conducta ni ninguna gastronomía.
Eso me evoca la de aquel vendedor de sombreros parisino, al que le tocó atender a un abrumado mercader catalán, de negocios en París, al que le acaban de comunicar le fallecimiento de su esposa en Granollers.
Comprende que lo correcto es ponerse de luto con inmediatez y decide empezar por el sombrero. En la tienda y sea por su mal dominio de la lengua, sea por la emoción termina pidiendo un capote noir (pronunciado kapot nuar) en vez de un chapeau noir. El dependiente al oír que literalmente se le pide un condón negro, no puede dejar de preguntar el porqué. A lo que el otro contesta mi mujer ha muerto, y el parisino ya repuesto de su sorpresa con toda naturalidad y aplomo contesta ¡Oh que délicatesse! Porque el parisino es capaz de soportar una invasión alemana con una delicada sonrisa aunque la procesión vaya por caminos de la resistencia.
Cielos podremos, cenar o me tendré que tomar el equivalente a una fabada de lata como la más alta expresión de la gastronomía.
Os dejo en la duda...

viernes, 4 de noviembre de 2016

París en bajo continuo.




Llegamos a -La Gare de Lyón-, en el minuto previsto.
La Gare, la estación, tiene algo de 
aeropuerto, nadie te quita un paseo con troller; esa maleta con ruedas, que ha terminado por jubilar a los carritos maleteros. De la misma manera que ellos a su vez, retiraron a los mozos de cuerda.
En mi pueblo los llamaban farderos (de fardo) y cuando se viajaba con el baúl de la Piquer y es que aunque la que lleva la fama es doña Concha, había en tiempos muchos viajeros que cargaban en cada viaje con su casa.
Doña concha usaba llevar su ropa, la del espectáculo y el ajuar porque tenía costumbre de alquilar un piso allí donde actuaba... y ya puestos cargaba también el aceite de oliva según confesaba su hija.

Pero bueno hoy se viaja de otra manera, y si de mi dependiera llevaría solo una tarjeta de crédito. Pero me separo del metro que era mi primer destino, fácil de encontrar, sencilla la orientación, el tren nos deja en la estación de Pirámides en 12 minutos.
Pirámides está entre el Olympia y El Museo del Louvre.
El primer chasco, en el Hotel nos dicen que no tenemos reserva. Nos quedamos fríos, y el payo de la garita -pied-noir- en apariencia, se queda esperando la llegada de las musas. Por fin una llamada telefónica a nuestra agencia de viajes y el tema se solucionó.

Bueno se solucionó en parte, la atención ha sido pésima, teníamos pagada estancia y desayuno. Pero en ningún momento ni ningún cartel avisaba de los horarios y donde se servía. Lamentable yo casi estoy por pedir que le cambien el nombre al Hotel. Podría llamarse Harpagon y todos contentos.
Tenía esa tarde por meta, visitar El Museo Rodin en el antiguo Hôtel Biron, pero con la historia de la reserva se hizo tarde. Decidimos pasear, es viernes y hoy el Louvre cierra más tarde, también otros museos estatales alargan la jornada.

El Louvre está a escasos setecientos metros de nuestro albergue, salimos a la Avenida de La Opera y desembocamos en la plaza de Colette. Esta señora era como la Corin Tellado francesa... pero en bueno claro, en Francés. Tanto, que llegó a presidir la academia Goncourt, esa academia de escribanos a la que perteneció también nuestro ex-ministro Jorge Semprún, que era nieto de Antonio Maura hay que jdse que el mundo es un pañuelo.

Y si se preguntan, la razón de esta digresión que me lleva de Colette Semprún y de Semprún a su abuelo Maura es por una razón muy sencilla España y los españoles aparecen en París con un frecuencia mucho mayor de lo esperado. Ya verán.

Entramos en el patio del Louvre, que en su origen era un palacio real. Los reyes de Francia habitaron primero en la Isla del mismo nombre, para después ir alejándose de la la ciudad y del pueblo. Primero en el complejo Tullerías Louvre y más tarde en Versalles.
Entramos en el patio poblado de pirámides. Cerca está la Rue Pyramids y la estación de metro de las lineas de metro 7 y 14. La estación de la linea 7 se inauguro 1903. Tomó el nombre de una calle cercana que conmemora la batalla de Las Pirámides que dio Napoleón 21/06/1798.

Lo primero que nos sale al paso es un vendedor ambulante, en París no hay manteros, en correcto español nos ofrece su género. ¿? ¿¿tanto se nos nota?? Lo cierto es que entre sudamericanos españoles y otros, lo hispano está muy presente en París.

Dejaré para mañana El Louvre y su Nintendo, me voy pensando que España Madrid no tiene los palacios reales de París sus monumentos...
Si nuestro imperio fue mayor y anterior... que tuvo París y el Rey Sol...
A nosotros nos sobró corona e iglesia nos faltó burguesía, ¡eso es! La Revolución Francesa es burguesa y París también. A nosotros nos faltaron judíos y moriscos. Los pequeños emprendedores de la mesocracia. Eso debe ser...
Anochece, paseamos bajo los Puntes del Sena, y en el aire suena su canción.

Sous les ponts de Paris  (Versión de Mireille Mathieu)
Lorsque descend la nuit,
Comme il n'a pas d'quoi s'paier une chambrette,
Un couple heureux vient s'aimer en cachette.

Et les yeux dans les yeux,

Bajo los puentes de París
Cuando cae la noche,
Cómo no tiene para pagar lo que cuesta una pequeña habitación,
Una feliz pareja se ama en secreto.
Y la mirada en su mirada...


miércoles, 2 de noviembre de 2016

Continuo con París


Vuelvo de París, ha sido una maratón. Tres museos, una exposición monográfica, siete lugares emblemáticos, cuatro barridas con nombre y apellido, cinco monumentos, el restaurante más antiguo de París, un affineur, creo que lo que más he visitado ha sido el transporte público. Autobuses y Metros de París eficientes, eficaces, intuitivos... y eso que la distancia mas larga ha debido ser la que hay entre el barrio Latino y Monmartre, o la que media entre El Arco del Triunfo y Père-Lachaise. Para un barcelonés, nada. La conclusión es que en París la gente toma un trasporte público para desplazarse tres paradas. En Barcelona terminas por ir andando porque... mientras esperas el Bus ya has llegado. Esto también es un tercer mundo. Deberíamos poder importar políticos de allí, urbanistas urbanólogos urbanidad (menos) pero es bueno saber donde estamos. Ya que ni sabemos eso ni a donde vamos.
Seguiré con París hay mucha experiencia jugosa...

Llegamos a la estación de Lyón, viajamos en tren. Ya no es lo que era antes pero para viajar el tren. Si viajas en avión como cualquier ejecutivo de medio pelo, se tiene la sensación del trasplante. Te toman en Barcelona con un poco de tu humedad y su Garbí que diría Pla, y te trasplantan a París o a Roma en cuestión de horas, minutos casi.
Con un poco de suerte vas a parar a un hotel de la misma cadena que hay en la esquina de tu calle. Con suerte o sin ella, te hunden en un ambiente tan currutaco, como el de tu origen y antes de poder respirar el olor del destino te vuelven eso si entre nubes de aire acondicionado a tu suelo natal.

Pues mira no. Los viajes, se han de hacer como mínimo en tren, y porque la caravana está en desuso. Pero viajar es cambiar poco a poco de entorno, de olores colores acentos...
En el TGV aun permite observar viajeros de distintos sitios, jugando otros roles con matices en los acentos, si me fuerzas hasta con bocadillos diferentes.
Yo cuando viajaba como comercial me gustaba mucho aproximarme a los sitios con un tren de cercanías. Eso te permitía tomar el pulso a la zona, oías comentarios de fútbol preocupaciones de economía conflictos huelgas... llegabas al destino travestido de aborigen.
Pasar por el centro de la Camarga evocar la Romanidad de Nimes. Aprender a distinguir de un francés de Perpignan de otro de Lyón...
El tren da un giro, pone su espalda hacia el mediterráneo y enfila hacia París el entorno cambia el romanismo se diluye como lo hace poco a poco la luz del día y a 300 km ph nos precipitamos en París. Visto así La ciudad es un vórtice que irá tragando todas las culturas de su entorno, fagocitará Aquitania, Bretaña, Normandía, Borgoña, Occitania, y Provenza, sin citar todos los departamentos, todos concurren en París con vinos carnes y quesos con mantequillas y cremas, con ostras y almejas. Parece que París fuera la panza de Gargantua, voraz insaciable, tacaña en lo que devuelve y artista de la sofisticación. Los
escargots de Bourgogne que nacieron en Rioja, las trufas del Périgord que son de Graus y el foïe que hablaba yugoslavo en su origen.
Pero eso si París los devuelve con un halo de sublimidad, con un marchamo de perfección que es aceptado por todos.
Puede que de todo eso La Ciudad Luz solo aporte algo en la afinación de quesos. Ir a París obliga a visitar la cava de un affineur de quesos. En sus cuevas duermen mientras maduran quesos de toda Francia. Hasta que el olfato y el gusto del experto dan el visto bueno.
No lo voy a discutir, en quesos les concederé el crédito, pero no me negarán ustedes que un pueblo que pretende enseñar a comer a decir que se come y donde lo haga con el criterio de un fabricante de neumáticos es algo más que sospechoso. Bibendum como se llama el monigote que da imagen a la marca nació el mismo año que la torre Eiffel. Y la guía a la que me refiero nació en 1900.
Lo cierto es; que ante la masificación e industrialización de la cocina, el negocio gastronómico, se esfuerza en presentar las mismas cosas insípidas, con distintos aparejos.

Me quedé de piedra al contemplar el plato estrella de Maxims -Cerdo Ibérico- otros presumen de vaca gallega en París ¡Señor Señor! Se empieza recauchutando la cocina propia y al final hay que recurrir a la despensa ajena...
Continuaré