domingo, 30 de julio de 2017

La Baja edad Media Introducción.


Lo que no está en los libros está en las piedras.

(reflexiones de un aficionado a la historia)

En aquellos tiempos de los que ya no queda nada, hay que suponer para llenar vacíos. Nada extraordinario, la historia se ha empleado muchas veces para justificar el hoy. No hay pueblo que no haya teñido alguna vez sus banderas de glorias inexistentes.
Leyendo diarios de Cataluña, editados en siglo XIX, se observa como la burguesía condal disfruta soñando unos oropeles tan falsos como los que lucían en el liceo sus amantes.
Pero armados de prudencia que es lo que sabemos de la lejana y alta edad media.
Sabemos que: El Imperio Romano, se precipitó en una caída lenta pero inexorable.
Sabemos que en el año 418, y previo pacto con Roma, los visigodos, crearon un reino que abarcaba desde Bretaña, hasta Hispania y desde la costa atlántica francesa hasta la Provenza. En el año 507 Alarico II fue derrotado por los francos, y tuvo que replegar reino y fronteras, terminó estableciendo su capital en Toledo para un reino que comprendía toda la península, y la Septimania, dejando eso sí un territorio en el Cantábrico y medio Portugal a los Suevos.

Habrá que aclarar, que el número de visigodos era escaso, que figuran mas como administradores. Por esa razón, se empaparon de la cultura romana de los habitantes de sus territorios. No hay motivo para entrar a estudiar su reino, basta señalar, que lo cultural tenía raíces de todos los pueblos anteriores. Solo certificar un sustrato.
Saber que había una iglesia visigoda y arriana que también formó parte de las primeras heterodoxias (ver Menendez Pelayo Heterodoxos Españoles)

La historia dice que en el año 711 y por un ajuste de cuentas entre Don Julián -Conde- y Don Rodrigo -Rey- el primero llamó a los musulmanes en su ayuda, parece que la razón fue vengar la violación de su hija.
Hay por medio un obispo traidor Don Oppas, pero podría tratarse de un hijo de Witiza, y la llamada traición solo un movimiento de una guerra civil entre visigodos a raíz de la sucesión de Witiza por Don Rodrigo.

Cierto que en las versiones de La Crónica Alfonsí que circulan en voz popular por Covadonga y Liébana, se pone a este Oppas como negociador pidiendo a Pelayo en Covadonga que se rinda.
-Como puede verse- la historia se escribe a gustos del reinante.
Los musulmanes derrotaron a los visigodos en toda la península, o mejor no encontrando resistencia seria llegaron hasta Narbona en el año 719, donde por primera vez fueron derrotados.
Aclararé; que en esta conquista, hubo mucho pacto, matrimonios entre los recién llegados y familias de ascendencia romana. Con la creación de familias mixtas, de grado o por la fuerza. Pelayo, el reconquistador, -al que aludía antes- comienza a luchar contra un cuñado, no querido, que se había encaprichado de su hermana.
También se dice; que los judíos tuvieron mucho que ver. Al parecer pensaban que era mas favorable para ellos el islam que las conversiones y el bautismo forzado dentro de la iglesia visigoda recién convertida al catolicismo, aunque conservó ritos particulares, mozárabes, hasta pasado el año 1000.

Quiero aclarar; que según me parece, la supuesta solidez de reinos, de bloques, no es otra cosa que una apreciación de la historia que nos contaron, una forma de narrar que denota los intereses de nacionalismos e imperialismos.

Al parecer, la comunidad invasora tampoco era un bloque sólido. Entre ellos había musulmanes de Arabia y particularmente del Yemen, y lo que podíamos denominar musulmanes de segunda clase. Estos eran tribus rifeñas, bereberes, tratadas y vistas por los árabes como musulmanes de segunda clase.
El Islam, estaba inmerso en guerras civiles desde su fundación, el calendario nos habla de tres enfrentamientos o guerras civiles, en los años 661 680 y 747. Abderramán I en el 756 creó el emirato independiente en El Alandalus.
Pero como en política no todo es color de rosa, Abderramán se encontró con revueltas en la frontera norte del Alandalus. Parece que el Valí de Zaragoza, Sulayman ibn Yaqzan al-Arabi solicitó ayuda a Carlomagno para defenderse de Abderramán. Algunas crónicas añaden a este movimiento de secesión Huesca y Barcelona.
Dicen, y es un decir, que Carlomagno entendió que se le entregaba la ciudad de Zaragoza, dicen que se desplazó desde Westfalia, a Zaragoza. Y que puso la ciudad en sitio sin resultados. En su retirada, su retaguardia recibió el descalabro de Roncesvalles. Y para mi allí terminan las aventuras carolingias en España.
Pero el el Codex Calixtinus obra seguramente de algún monje gabacho dice que:
Carlomagno se enseñoreaba de España y la liberaba de moros. Llegando a liberar Madrid.
Vamos que no tomó Granada y se embarcó para América de milagro.

Lo cierto, es que ese Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Se le considera como el primer político deseoso de unificar Europa. Pero la cruda realidad es que no le fueron las cosas tan bien como se cuenta.

Se habla a menudo de la Marca Hispánica, un territorio que separaba las tierras de moros de las del imperio Franco; se dice era, más o menos, lo que él poseía.
En realidad poseer no poseyó nada. Carlomagno fue un usurpador, miembro de una familia, usurpadores que terminó por hacer hereditaria la tenencia de funciones y territorios. Algo que estaba en las costumbres y usos de los francos ni de ningún otro pueblo llamado bárbaro. Sus reyes sus caudillos eran un primus interpares (el primero entre los iguales) y los condes una dignidad con cargo y funciones muy diversas, como los condes de los tesoros, de las escuelas, palatinos y otros. Para pasar más adelante a ser gobernador de una comarca o territorio.

En su corte, y tiempo se consolidó el fraude del documento de Constantino. Según en el cual Constantino I emperador romano había cedido al papado territorios que serían el germen de los estados vaticanos. Era un favor por favor o más descaradamente comprar la corona imperial por un reconocimiento de estados papales que nunca pasaron de la imaginación de algún monje (mencionado por vez primera por el papa Adriano I a Carlomagno, a inicios del siglo IX).

Fue, según se dice el creador de la Marca Hispánica. (Literalmente la frontera de España) un resto del reino visigodo de Toledo, que por presión de los pueblos francos tuvo que trasladar su capital de Tolosa en la Galia, a Hispania.

En el imperio carolingio nace la fábula histórica, usada por el nacionalismo catalán dice que dejó condados – y por consecuencia condes- desde Aragón al Mediterráneo. Aunque muchos de esos condados, Gerona, Lérida, Barcelona, tuvieron valíes musulmanes y no condes, hasta 80 y doscientos años después de su muerte de Carlomagno.
De Navarra ni nombrarla; que les traería malos recuerdos por Roncesvalles. La Canción de Roldan escrita como poco 300 años después de los hechos describe a Zaragoza como una ciudad en una montaña. Creo que si mis lectores cierran los ojos, podrán ver en la imaginación, la enorme montaña y las cataratas que el Ebro produce en sus alrededores.

Que Marca ni que territorio se puede reivindicar como perteneciente al imperio cuando no aparece ni un solo texto con Letra Carolingia, ni en documento ni en una lauda sepulcral.
Las muestras de monedaje son inseguras. Solo existe un dinero de plata, aparentemente acuñado en Barcelona. Dicen que es de los tiempos de Luis el Piadoso. Pero no han enseñado una experticia, que certifique que la plata corresponde a la usada en el siglo IX ni que el trabajo se corresponda con lo habitual de las cecas de esa época (mira que si es plata americana de la que traían nuestras carabelas seiscientos años después).

Eso no impide que el Ayuntamiento del Inefable señor Xabier Trias, se ponga a comprar legitimaciones, y adquiriera por 11.980 € el ejemplar de esa moneda, que según los historiadores de juntos por el si (cuela) atribuyeron a aquel rey.

Por cierto que el imperio carolingio heredado por Luis el Piadoso, fue repartido a su muerte entre sus sucesores. Este reparto se documenta en el Tratado de Verdún (10/08/843). Según el tratado le corresponden a Carlos el Calvo los territorios el oeste del río Escalda, los territorios occidentales desde la comarca de Cambray y Sedán hasta el valle superior del Malme, la meseta de Longres, el Saona y el Ródano.
¡Sorprendente se les olvidó la Marca Hispánica! Y aquella conquista tan querida llamada Barcelona.
Y es que la historia, suele ser un contrincante difícil de doblegar, cuando todo aparece claro, un trozo de terracota, un cabreo (libro en que se relacionan las enfiteusis) o una ruina excavada tiran por tierra toda la leyenda dorada.

Lo que si se da por cierto, es que ante la descomposición del mundo árabe
En el Condado de Aragón, gobierna García el Malo; Conde de Aragón (820 833) contemporáneo y no hace referencia al imperio franco. No referencias carolingias, salvo Roncesvalles. siendo tan perteneciente a la Marca Hispánica como puedan pretender serlo los condados catalanes. No se sabe que usase el derecho carolingio, ni nada parecido y lo que es peor, el clero utilizó el rito mozárabe, visigodo, en lugar del romano hasta bien pasado el año mil.

¿Que hechos de nuestra historia permiten corroborar afirmaciones! Intuir verdades suponer con certezas.

En cuestiones de clero, el monasterio mas antiguo de los de Aragón es con casi toda seguridad San Pedro de Siresa. Se sabe que las reglas fueron fijadas en un sínodo en Aquisgrán, en el 816, sobre la regla de San Benito y redactada por San Crodegango.
Eso y la presencia en su biblioteca de clásicos latinos que no se conservaban en el resto de España, puede hacernos suponer que era consecuencia carolingia. Por lo menos hay un monasterio; que situado en el límite superior de Hispania, parece tener vínculos si no con la corona carolingia si con el clero de ese imperio.
En cuanto al tránsito de ideas y personas queda descartado, no hay mas que seguir el viaje imposible de San Eulogio.

La alta edad media es un terreno histórico que se presta a cualquier frivolidad. Y no lo es por el hecho de que desde el hoy pintemos cuadros sesgados y descaradamente interesados, la pasión de inventar ya aparecía en los cronistas e historiadores de la baja edad media. Algunos cartularios de convento, las crónicas de las casas reales o la descripción de las batallas, se colorean al gusto del consumidor.

Por otra parte la Iglesia Católica, a la cual el diablo había tendido las redes desde la batalla del Puente Milvio. Es decir desde que Constantino Emperador reconoce la religión y le regala al Papa una basílica (residencia del basileos) San Juan de Letrán dando origen al poder temporal de la sede de Pedro aunque entre una basílica y un reino hay notables diferencias.
¿Se imaginan ustedes a Jesús de Nazaret? ¿O sus discípulos, viviendo en palacios como Herodes? Y sin embargo, desde su aceptación como religión pública el cristianismo inicia la la acumulación de bienes. Paralelamente con la voluntad del clero o sin ella, se produce un sincretismo con otros cultos. El cristianismo toma templos ídolos y fechas y las hace suyas.

Con una consecuencia nefasta. Debe empezar a combatir las heterodoxias nacidas en su seno. Los cismas muy pronto dividirán a la iglesia. Porque la iglesia se ve precisada de cristianizar la filosofía griega, y ritos derivados de otras religiones.

En cuanto a las imágenes, en algún momento, en algún lugar alguien incorporó la estatuaria antigua a la religión cristiana. Los iconoclastas abominaron de la incorporación de imágenes de dioses paganos a el rito cristiano. León III emperador bizantino allá por el año 722 pretendió la destrucción de todas las representaciones de figuras sagradas, también pretendió bautizar por decreto a todos los judíos y montanistas.
Por aquella época, ya se habían registrado en oriente diferentes heterodoxias, gnosis, marcionismo, ebionismo, mitraismo, (de esta última religión se tomaron símbolos y ritos que aún permanecen)

En realidad parece natural que los practicantes de otros ritos, al hacerse cristianos, incorporasen imaginería de sus religiones.
Por otra parte la conversión por decreto, traía como consecuencia la mezcla de ritos y creencias que había que cristianizar. Por su parte, el cristianismo además de crear sus nuevos santos, escribía historias, que santificaban lo propio.
Llamaré la atención por su pretendida antigüedad y por lo que la leyenda apoya, sea la de la Virgen de Guadalupe (Cáceres). La tradición quiere, que la imagen se hizo en un taller de palestina, y es obra del propio San Lucas. Lo que implicaría autorizar el culto a la virgen, y el culto a las imágenes en una sola tradición.

Tenemos en la misma gavilla el monacato, la iglesia secular, y las ordenes militares. Entre estas los Templarios tienen desde la promulgación de La bula del Papa Inocencio II -Omne datum optimum- (29 de marzo de 1139) poder autorización para tener sus propias iglesias. Y en este terreno tan resbaladizo, los pobres Caballeros de Cristo que también protegen a los peregrinos a Santiago de Compostela comienzan a extender su red de apoyo, lugares donde los peregrinos encuentran descanso, protección, cuidados médicos y servicios financieros.
Y con estas premisas, dejo para otra aportación al blog, un cápitulo dedicado a La iglesia, los moros, las órdenes militares en especial el temple.

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