sábado, 22 de agosto de 2015

Por una almeja (de la serie el sabio de la montaña)


Aquel día, el maestro había bajado con su compaña hacia las playas de la ría. De manera poco usual, habiendo dejado atrás las cabañas en las que los pescadores vendían su cosecha, y en las cuales solía pedir una limosna compuesta por morralla y otros restos, de la venta, con los que mas tarde hacían un zampalopresto, sabroso y perfectamente adaptado a su sentido literal. Las rebasaron ampliamente y maestro y discípulos terminaron por aprovisionarse de moluscos en los roquedos y las arenas del litoral.

Hablaban entre ellos sin orden y concierto en un ejercicio de libertad, entendida esta, como la falta de método y reflexión. El anciano era de la opinión que no siempre convenía ejercer el juicio o mejor aún que convenía de vez en cuando liberar el pensamiento del razonamiento extremo, que el divagar disparatado de la mente no siempre produce monstruos, también a veces y por casualidad ofrece puntos de vista de gran poder analítico y creativo. Entre ellos por parejas o tríos desgranaban una conversación inocua hasta que uno de ellos, se dirigió al joven que conocimos ayer aquel que había contestado <>
Ayer le dijiste al maestro, que solo a dios le era dado ver su obra desde la cumbre. ¿Tu crees...?
  • No, yo no puse a dios en mi discurso yo cité textualmente creador.
  • ¿Y creador no es Dios?
  • No necesariamente, todo depende de tu concepto de dios. Porque si dios es un ser supremo omnipotente omnisciente que necesidad hay de llamar a dios creador.
  • ¿Quieres decir, que puede existir un creador distinto de dios?
  • No, pero creo que tienes que recordar la opinión que de dios tiene el maestro. No estará mal que cuando haya ocasión, le preguntes.
    El joven que había hablado primero pareció turbarse.
  • No no, si yo yo...
  • No te asuste nunca el preguntar ni decir que algo no entiendes, nuestra riqueza es el viaje desde la ignorancia al saber. Yo te ayudaré a sacar el tema no te preocupes. El destinatario de la frase pareció calmarse un poco pero aun se apreciaba cierto desasosiego en su mirada.

Siguieron añadiendo a sus cestas sin mucho orden lapas mejillones almejas navajas coquinas chirlas. Todo terminaría abierto y asado al fuego sobre una laja de piedra. Comida frugal y no por que el grupo y su gurú tuviesen algún voto de pobreza, al contrario, vivir alguna vez de aquello que la naturaleza ofrece y se puede obtener con las propias manos era un rasgo de nobleza entre los hombres que seguían al anciano. De la misma manera cuando se alimentaban de los pescados invendidos por los pescadores el maestro hablaba de compartir con los mas humildes el sustento.

No asustaros, decía el buen hombre, en compartir la mesa con el humilde. Hay mas alegría cuando visitas la mesa del pobre, que cuando el rico te invita a mantel de hilo y cubierto de plata. Aunque ni la botarga ni el garum estaban lejos de amedrentar al paladar de la tropa que lo acompañaba.
Habían dado cuenta del almuerzo, y los jóvenes que anteriormente oímos estaban sentados uno cerca de otro. El que había preguntado sobre el creador se entretenía en pasar el dedo por la superficie exterior de una concha. Se diría que estudiaba con detalle la morfología del molusco que la creó. Miraba con atención los distintos colores que parecían formar rayas y pasaba el dedo para comprobar que solo era dibujo sin que el mas pequeño relieve reforzase su estructura.
  • ¿Qué meditas? Le dijo, en voz suficientemente alta para que lo oyeran todos, pero sin que pareciese que quería llamar la atención de los miembros del grupo. El aludido levantó la mirada y dijo:
  • El otro día tu hablaste del creador y de que solo el podía ver toda su obra con sentido. Que el hombre, solo puede ascender poco a poco en su conocimiento y yo me preguntaba la razón de estas nervaduras que aunque pueden parecer como un refuerzo, una estructura, cuando las miras de cerca no percibes que no sean otra cosa que un dibujo. No se si las partes mas obscuras que parecen radios corresponden en realidad a lago equivalente a las columnas de un edificio humano.
  • Buena pregunta, en el fondo tu cuestión es fundamental. Vivimos en un mundo de apariencias o un mundo de realidades. O es una simbiosis entre apariencia y realidad.
  • Pero para el creador, para dios, hay una realidad absoluta y para mi mente solo es una apariencia...
La mención de dios, aunque fuese bajo el convenio gráfico de escribirlo con minúscula, llamo la atención a todo el grupo. El maestro levantó la mirada y por unos momentos pareció que iba a intervenir. Pero viendo que había varios discípulos dispuestos a participar se abstuvo, dando con su silencio y mirada a paso a otras intervenciones. El primero en tomar la palabra fue un pelirrojo de piel de zanahoria que con aplomo dijo:
  • Dios y creador no pides nada, te remontas a Marduk el dios creador de los babilonios, allá por el 1700 antes de nuestra era, porque sabrás que antes de Marduk y aun después de él hubo muchos pueblos que no vinculaban la creación con la deidad. Sabes que entre nosotros, somos mayoría los que no creemos en un dios omnipotente creador y todas esas cosas que imponen las religiones. Es mas que creemos que son invenciones de una casta sacerdotal o política para imponer a sus pueblos la autoridad. Dios solo es una experiencia interna del hombre, una creación de su mente que termina por adjudicarle a dios todo aquello que no entiende o no controla. El calor y el frio la sequía y el aguacero la vida y la muerte son en la mente del hombre patrimonio del dios. Y el poder el del clero y el de los reyes, sean faraones soberanos o sátrapas usa esa idea para someter al pueblo.
  • ¿Pero qué dices? Acaso la sensación de intima de bienestar que me produce la idea de dios es algo que no existe.
  • Yo no he dicho eso, no niego al contrario que a dios solo se lo alcance por una experiencia interna. De lo que huyo es del templo y la casta que abusa de esa necesidad humana. Recuerda ha habido dioses que se complacían en el sacrificio humano. Dios ha ido cambiando con las culturas y con el tiempo. Que exista o no otra cosa solo lo sabrás por tu camino interno.
El anciano sonreía, en el fondo le gustaba la polémica, sabía que todos sus secuaces tenían la capacidad suficiente para buscar por su cuenta y la experiencia le demostraba, que al final de la polémica todos terminaban en el angosto camino que el transitaba desde hacía tiempo. La vía interna hacia el conocimiento.
    • Pero los dioses siempre están asociados a lo moral ¿o no?
    • No siempre, lo moral nace en las sociedades mucho tiempo después de el dios y cuando este ya casi ha perdido su sentido. Un dios que hace perecer a su obra en un diluvio, o que castiga con crueldad las insolencias de su pueblo, está muy lejos de ser el dios que tu percibes en la meditación. El que ahora hablaba era el compañero que recogía moluscos junto a el aquél que días atrás vimos participar en la historia del pastor. Y continuó, el nacimiento de los ejemplos morales es muy posterior en la historia de la humanidad. Bien fuesen héroes que dieron a los hombres el saber y la técnica. Bien que solo fuesen referentes morales Buda Jesús y hasta El Profeta son un referente de vida correcta. Nacen en una sociedad que ya no es tan primitiva como la de Marduk, son la esencia de la divinidad buena...
Y así siguieron una buena parte de la tarde, hay que ver lo que la meditación sabe sacar de una concha de almeja.

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