sábado, 4 de julio de 2015

Aveiro


¿Porque Aveiro? Por la única razón que estaba delante.
Portugal es un país nación de naciones, como nosotros. Lo es, porque un día sus gentes decidieron embarcar con rumbos distintos. Circunnavegaron el globo e hicieron un imperio colonial que duró mas que el nuestro.
Creo que es el sitio de Europa donde más extranjero me siento. Es curioso en Alemania y los países sajones me siento meridional, en Italia me identifico con la forma de ser mediterránea, en lo poco que conozco de África aun encuentro identidades morunas que laten en la cultura española.
Pero Portugal es otra cosa, el paisaje que es una prolongación del español me dice estás en casa. Todo invita y sin embargo... el saber que no hablan español que incluso los significados de las palabras no son iguales que en gallego me deja inerme.
Por ejemplo cabeleireiro es peluquero y cabeleireira su establecimiento, a mi me parece difícil de pronunciar.
Aveiro tiene para el paladar visitante dos pilares la sal y el azúcar. La sal porque de antiguo ha contado con grandes extensiones de salinas donde el agua del mar va dejando poco a poco sus cristales blancos. Tal vez sea el refuerzo natural al bacalhau, a la salazón. Dicen que la cocina portuguesa tiene mil maneras de prepararlo. Yo solo lo he probado de tres formas asado a la parrilla y en guiso con arroz y gambas.
Las dos primeras las probé en Oporto en un bar corriente junto al río, un sitio de oficinistas estudiantes y probablemente parados que acudían a una oficina de empleo.
El bar tenía dos servicios el menú y el medio menú. Pensé que era una forma elegante de soslayar la crisis. Usted pide un medio menú y nosotros damos por sentado que quiere comer poco, sin pensar que la razón sea su bolsillo.
Pues no señor la razón sería otra porque casi nos fue imposible terminar con los dos lomos de bacalao que nos sirvieron uno con patas al horno y el otro hecho a la parrilla acompañado de pimientos y otras verduras.
En fin un nuevo desconcierto. Aveiro tiene una historia monacal, hubo un monasterio femenino el de Jesús, en que profesó la princesa Juana de Portugal y Coímbra también conocida por la Princesa Santa.
Si la corona y nobleza siempre han tenido presente la limosna a la órdenes religiosas en este caso particular El Convento de Jesús, hoy interesante museo, tenía el doble incentivo de albergar una princesa que además fue considerada santa desde su misma muerte (12-05-1490) aunque no fue canonizada hasta 1693.
Pues bien tratándose de monjas y azúcar regalo colonial de los reyes solo hacía falta huevos y trabajo para hacer los ovos moles de Aveiro. Dulce elaborado a puro batir yemas de huevo y azúcar.
Es distintivo de Aveiro como lo es su abundante oferta de pescados tanto los que proceden de la pesca como de la acuicultura, porque en la balsas de las salinas crían doradas y creo que lubinas. Como final os dejo un escrito que vi en una camiseta. Creceme grama, o que não tenho são vacas. Traducible por la hierba ya me crece lo que no tengo son vacas...

a que si ¿a que tienes dudas de lo que quiere decir?

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