jueves, 7 de agosto de 2014

Yo Centauro.

En el principio era el verbo y el verbo estaba con Dios y el verbo era Dios.

Varias sociedades secretas comienzan el rito de iniciación con la meditación sobre San Juan.
Mi rito de iniciación en la Sagrada Orden de Centauri también incluía la meditación. ¡Uf que corte! Eso que estaba toda la corte de alfa centauri.

El bailío de la orden de San Juan era mi introductor.
Recuerdo que empecé mi exposición con la timidez propia del catecúmeno.

El dulce fuego de la estrella madre, estalló en en el universo. Hube de explicar la etimología: Del latín universus, la que se encuentra compuesta por dos palabras unus (uno) y versus (girado, convertido o hacia -orientado-) en realidad expliqué creo que satisfactoriamente el versus nada de esa caquita anglosajona de el contra o del enfrentamiento. No, el versus simple y único. El hacia hacia, el uno hacia la diversidad.

El versus comienza en la saga de las partículas subatómicas, que son responsables de la masa, por decirlo así, de las partículas. De los “cuerpos” subatómicos. Algunas partículas tienen la vida tan corta que las ha predicho la matemática, antes de tener evidencia de su existencia.
De vida tan corta, en nuestra escala de tiempo humana que pasarían desapercibidos. ¿Y si hubiera? Un fenómeno subatómico que comportara un movimiento tan lento que tampoco fuese perceptible por nosotros.
Algo capaz de necesitar todo el tiempo aparente transcurrido desde el Big Bang porque la creación y todo el tiempo cósmico transcurrido desde el Big Bang solo es. lo que dura un parpadeo de Dios.

La Creación, corriendo el albur, la ventura entre lo probable y lo posible. Probables infinitos subatómicos posibles, escasos cien elementos. De esos cien, solo una veintena que se repiten y combinan una y otra vez en cadenas de ADN.
Cadenas que se replican, se copian y a veces saltan.
Otra vez el infinito de las combinaciones el infinito de lo posible constreñido a el corto espectro de lo probable.
Unos cientos de miles de formas vivas, y de ellas una el homo. Y otra vez el unus al versus de la unicidad de la especie del hombre la mariposa. Ha la diversidad de colores de dibujos y de alas. Ah la policroma paleta del creador.
El hombre, la pluralidad de rasgos y caracteres.

Y yo soy una posibilidad entre trillones de trillones. Un juego de partículas subatómicas, una entropía. Los átomos, una nueva combinación las moléculas, otra nueva entropía. Después el mapa genético y al final de ello mi yo más entropía. Mi unicidad, mi singularidad de mu yo y mi circunstancia, que me hacen percibir como solo yo... Metafísica.

Yo centauro, dual animal y con la mirada puesta en lo metafísico. Y en es trasfondo mis dos almas. El alma animal aristotélica y cartesiana. Res cogitans. Pero además un reflejo, un jirón del verbo. Mi alma azul un pálido reflejo al que se llega mediante la meditación. Mi alma entropía del verbo, entropía de Dios.
Y su cohorte ib, ka, ba, aj, ren, y sheut, como ya conocían los sacerdotes egipcios. El sahu, cuerpo espiritual. El ib, padre de los pensamientos y las emociones. Un viaje por lo consciente pre-consciente inconsciente de la mano del saber antiguo, muy anterior al mapa freudiano Ello, el Yo y el Superyó.

Yo mi alma cartesiana, yo divina entropía, yo mi cuerpo físico aquí y ahora ante esta asamblea de notables postrado con la humildad y el respeto... solicita la unión como hermano a este colegio...

Hubo un silencio largo y tenso. Al final el bailío de San Juan entonó el himno de bienvenida Hosana luminis verbum deo... o algo así y después la apoteosis... mi dignidad y grado.
Estas emociones han cansado mi cuerpo, ahora me repongo en el sanatorio creo que lo llaman psiquiatrico. Me tratan con haloperidol según dicen eso me produce una extraña parálisis en mi cuartos traseros. Algo parecido a una anestesia del centauro, por cierto se que Centlaura ha venido a verme pero no la han dejado entrar mi emotividad se desborda. Ahora estoy mejorando... ya no paso la linea roja
Se que la semana que viene volverá. Para entonces la podré chicolear y ella... y ella piafará y hará corvetas... Soy feliz.

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