jueves, 27 de febrero de 2014

Luzbelita una diablesa que promete



De pronto se escuchó un potente aullido. Tenía el son de la tormenta y transmitía temblores hasta las ígneas rocas del averno.
Luzbelita casi se asustó y de no ser diabla seguro que le hubiera demudado el color y temblado la voz. Pero ya estaba acostumbrada, esos aullidos eran para ella música infernal pero música. Sabía, que era una de las cosas que más añoraban los diablos en misión diplomática. Solos en la tierra, rodeados de seres mezquinos, en realidad mucho más mezquinos que los diablos, añoraban el bel canto de un alma en pena.  ¿Quién es? Preguntó Mefisto.
Es el juez, aquel corrupto, que lleva años pidiendo un ascenso a diablo de 1ª.
No caigo ahora, dame alguna pista más.
Si hombre, es aquel que abandonaba sus trabajos, buscando causas de justicia universal. Aquel   que pretendía perseguir los delitos de los grandes del mundo mientras en sus propias narices se prevaricaba, se cometía cohecho y hasta se mataba. Recuerdas aquel que mandó detener a
Ya, ya, Si hubiera detenido al Cid Campeador por delitos de lesa humanidad y genocidio.
Ese, ese mismo. Aquel que los humoristas pintaban bajo una representación de la justicia sin venda en los ojos, y perfectamente bisoja.
Ah si, jajaja, lo recuerdo. Era el que mantenía la justicia era bizca y miraba a interés del juez a unos con su ojito derecho y a otros con el izquierdo.
Sii el mismo, tuvo una caída en el infierno sonora y brillante se precipitó en el antro como con la misma violencia que una bomba volcánica. Cuando se vio ante Lucifer, no tardó nada en hacer una exposición de sus "méritos" decía que no solo era un crimen el ejercicio de la justicia que nadie tenía derecho a juzgar a nadie, y que por si no fuera poco él había ejercido ese oficio mal a sabiendas. Que la prevaricación era su norma cuando no lo era el cohecho.
Si, si pobre erro el argumento, cuando Satán lo sacó de su yerro, diciendo que la justicia era obra de de arriba, el bien supremo, que no había cumplido con lo que se esperaba y que su condenación era eterna comenzó a baladrar hasta el día de hoy, tanto que le dieron un puesto de de bajo-barítono, muy apropiado para los dramas wagnerianos que se representan en el averno.
¿Qué fue de él? enseguida deje de saber su estancia en nuestro reino.
Creo que lo destinaron al coro personal del príncipe del pastor de los abismos, allí le decían que tendrían que hacer una pequeña operación de nada, hacerlo un castrati, para que su voz subiera dos octavas. Lo creía y cada vez que le enseñaban una tenaza al rojo vivo pensaba que iban a por él. Anda que no se rieron a su costa el maestro de capilla y los diablos rokeros.
Pero al final aburridos de su deseo de destacar lo expulsaron del coro y la carrera. Ya no darás nunca una nota en falso. Desde entonces anda haciendo oposiciones a diablo de primera. Y claro no sabe que es una broma cruel, que los que el cree opositores son diablos viejos que siempre sacan unas centésimas más de puntuación y le copan todas las plazas que había.
La última vez que le han hecho la jugarreta esa corrió a cuenta de tu cuñado y tu yerno.
¿Quiénes Pateta y Cebutín? -Cebutín era el hipocorístico que Luzbelita usaba para referirse a Belcebú III su marido-. Valientes memos ¿no tienen cosas más serias a qué dedicarse?
Bah papito no seas así es añadir un poco de tormento, a un alma ya de por si atormentada. Además el resto de diablos se cruzan apuestas para ver quien le hace lanzar  el baladro más largo y hermoso. Seguro que basta que le recuerden que no ha ascendido a diablo por tres décimas, para que desencadene sus agonías en toda suerte de registros, hay que reconocer que es un maestro.
Chiquilladas, que mala ocupación para un diablo.
Ah no creas papito dijo Luzbelita; poniendo una voz todo lo dulce y seductora que supo, Siempre le ponen un ejercicio, que es el único que le dejan ganar, en que tiene que explicar cómo se comportaría entre los hombres. No te puedes imaginar que gran fuente de información es. Sabe como asustarlos con la cárcel, el embargo de bienes, la prisión incomunicada... ni sé cuantas cosas sabe hacer. También sabe cómo manejar a los políticos hacer ver que no se entera de los delitos, como investigarlos cuando han prescrito.
La justicia será obra del jefe que dices tú, del de el cielo, pero anda que en manos de los hombres menudo filón que tiene el infierno.

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