martes, 3 de septiembre de 2013

Otras imágenes de Barcelona y su sociedad. El XIX es un siglo clave. Juzga tu.



He llegado hasta la Lonja, no he sabido encontrar entre los planes de estudio aquellos que sus escuelas ofrecen, que asignatura o asignaturas movieron a Antonio Claret, -años después Antonio María Claret-  y posteriormente santificado por su iglesia. Es importante reconocer que La Junta de Comercio tenía sus escuelas donde se enseñaba lo que la Universidad no tenía.

Sé, que bajó de su Sallent natal a estudiar en la escuela de La Lonja quería aprender lo necesario, para mejorar su desempeño como fabricante y mercader textil. Se nos antoja hoy heroico, mandar fardos de materia prima a Sallent y volverlos a bajar al mercado con los transportes de su tiempo. Aunque la explotación de potasa, seguramente para la fabricación de pólvoras, era lo suficientemente importante como para que la villa adquiriese valor estratégico y una población estimada de unos 3000 habitantes era un centro fabril importante para la Cataluña de su tiempo.  Por otra parte puede que Juan Claret, su padre, solo pretendiese atender el mercado local. Parece además, que Antonio, no llegó directo a Barcelona y solo lo hizo después de un aprendizaje del oficio de tejedor en Berga (patria de la Bergadana) e Igualada.

Tampoco he podido averiguar si detrás de la carrera de Antonio, estaba la sombra de su paisano, Fèlix Torres i Amat de Palou.

Vicario general de Barcelona. En 1816 ingreso a l'Acadèmia de Bones Lletres de Barcelona, donde participó en la Biblioteca d'Escriptors Catalans, por lo cual se le considera entre los precursores de la Renaixença.

Durante el Trienio Liberal fue miembro de la junta de gobierno de Barcelona en 1820 y de la de Censura. También en este año colaboraba en el Periódico Universal de Ciencias, Literatura y Artes (Barcelona, 1821)

Ya me parece aun una hazaña llegar de Sallent a Barcelona, según leo en un diario de avisos tiene como comunicación habitual un ordinario con caballerías que sale martes  y viernes desde el Mesón del Pilar  en la calle del Rech.

Claret Debió permanecer en Barcelona entre los años 1824 a 1828. No parece verosímil, que en su estancia aquí no le llegara el olor de Bullanga que emanaba Barcelona, en aquellos tiempos. En ellos un clérigo, al pasar por la calle podía recibir como lo más natural un troncho de col en el rostro o cualquier otra bazofia, al tiempo que era llamado paparra (caparra) parásito y otras lindezas y que tuvo su cenit en las quemas de conventos de 1835.

El fin del trienio, coincide con cronológicamente con el resurgir de un clero feroz. Clero secular y frailuno que reclamaba mano dura con los liberales (ya he hablado en otro sitio de Els  Agraviats o Malcontents) en fin parece ante la falta de datos que la conversión de Don Antonio en San Antonio se deba más a ese espíritu de trepa que anidaba en las clases burguesas que a cualquier otra razón. Un mantener una equidistancia entre el cierto progresismo de Fèlix Torres i Amat de Palou y los curas montaraces que debieron ser primero Agraviats y después Carlistas.

La sociedad catalana y barcelonesa de la época, está formada en su mayor parte, de una burguesía de tocino rancio, no, no me estoy refiriendo a ningún uso gastronómico. Es una referencia directa a los chuetas, aquellos judíos mallorquines que colgaban en la puerta de su casa un trozo de tocino y aun lo comían en público para demostrar su abandono de los usos del judaísmo. Pues bien la sociedad barcelonesa de los pudientes manifestaba sus aficiones sacras con una mano, mientras con la otra se disponía a especular con los bienes desamortizados por Mendizabal. Es decir los curas, curas y el negocio, negocio.
Difícil elección para El Padre Claret, que por cierto por estas fechas (1849) debe estar por Vich fundando su orden.

Por otra parte las clases bajas, aquellas que habían llegado a Barcelona a la llamada de la industria, participaban en la llamada jamancia y otras bullangas. La Jamancia fue un movimiento contra Espartero, que contra lo que dicen no estaba en Barcelona en aquel tiempo. El nombre jamancia (de jamar en caló comer) hacía referencia a que se había reclutado una ejercito de gente llana que usaba blusón comía una vez al día del rancho cuartelero y percibía cinco reales de paga diarios. Algo ofensivo para un trabajador que percibía bastante menos por muchas más horas de trabajo.

Me apetece un café, hay una cafetería frente a la Lonja es un momento para hacer un descanso. 
En esta visita a Barcelona 1849, he podido ver una realidad que escapa a las miradas intencionadas que se le dirigen desde nuestro Siglo XXI al XIX. El 1800 en Barcelona comienza con las tensiones en la familia real. Carlos VI no tiene ejercito, escaso podría mantener 40.000 hombres en todos sus reinos, es decir con las colonias incluidas. No debe tener más allá de una docena de naves y sobre todo después de la derrota en Trafalgar. En 1808 Fernandico se lía contra su padre y encabeza el motín de Aranjuez o por lo menos eso parece, intentando así deponer a Carlos IV.
Por otra parte hay ya una intelectualidad que viene de siglo anterior ilustrada constitucionalista y alguna a la imitación francesa republicana.
Nos invade Napoleón, tenemos unas cortes de Cádiz con una buena presencia catalana. Vuelve Fernandico lo más tonto en el gobierno hasta la llegada de Zp. Primero dice que si que constitución de Cadiz, luego el poco ejercito que podía enviar a sujetar las colonias -donde los criollos se sienten nación- se revela en Gibraleón, y con Riego se da paso a un trienio liberal.

Los carcas, se llevan las manos a la cabeza, alguien dice al rey que es señor absoluto y Riego va a la horca. Con él, aunque menos conocidos o menos señalados cuelgan en Manresa y las cercanías de La Ciudadela unos patriotas que ya no mueren por Cataluña como podían creer los defensores que lucharon contra Felipe V. Mueren por una nueva forma de gobierno. También es cierto, que muchos salen para el exilio y regresarán a la muerte del Rey Felón.

Tenemos un clero intelectual contemporizador con el progreso al que pertenece Fèlix Torres i Amat de Palou. Traductor de la Biblia al castellano por petición de los dos últimos reyes. Mal visto en Roma tanto que es vetado para obispo de Barcelona. Sabio, al que los protestantes le piden que traduzca su biblia (la protestante) al Catalán, algo que no se puede hacer por el deterioro de la lengua y la falta de una gramática.
En frente de él está el clero más carca, intermedio con un aire clásico de caridad a los pobres el Padre Claret. Que no escatimará esfuerzos en su posición para defender el textil catalán y desde su arzobispado de Cuba los intereses (negreros) de los indianos.
En tanto los primeros brotes de descontento social comienzan bajo la forma de Bullangas movimientos larvados de intención republicana popular.

Esto en el marco de una ciudad empobrecida, bombardeada y  bajo la presión de la revolución industrial. Todas estas cosas que veo y pienso en lo sencillo que lo quieren los políticos actuales. De la misma manera que la historia que se estudiaba durante el franquismo terminaba con toda falsedad en el fin de la guerra de la independencia. Ahora los nacionalistos, incapaces de asumir el papel y  la culpa de sus mayores, quieren que termine en el 1714 y por si fuera poco, con un cuento tan falso como Rafael de Casanova envuelto en la señera.

Mal muy mal, el pueblo que no conoce su historia está obligado a repetirla. El pueblo que no conoce a sus cuentistas volverá a tragarse sus mentiras.

Voy a apurar mi café, estoy en un café llamado de Las Siete Puertas por un lado da a La Lonja por otro al edificio de aduanas (Nosotros lo conocimos como gobierno civil) y es que Barcelona y el principado ha vaciado conventos para llenarlos de funcionarios...

Es el lema es la "jamancia"  unos cuantos a comer bien del esfuerzo de muchos.
El ratio convergente y pujoliano: "Si para hacer un trabajo se necesita una persona, pongamos tres" con el carnet de C I U por supuesto.  Así gastamos y gastamos en eso y fruslerías hasta que no podemos hacer frente a nuestro gasto, ni medicamentos, con niños mal nutridos... solución hagamos una cadena, el pueblo catalán las soporta todas o eso se creen al menos.

Creo que mi pintura, ya va tomando cuerpo, han desfilado por aquí unos nombres. ilustres curas progre liberales, empresarios feudales y políticos de relumbrón que dieron lo mejor de sus cabezas y de sus vidas por Cataluña en España. Es inteligente conservar lo catalán dentro de lo que se ha construido en común. Es ahora donde la mediocridad de nuestros representantes atasca el progreso y las ideas. Es esta casta de ineptos y mangantes a la que hay que barrer. Y en ineptos y mangantes incluyo todo el espectro político actual.

Hasta otra. 

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