sábado, 24 de agosto de 2013

Cambio de Guía.



Hoy cambiaré  de cicerone, no hay que molestar a Víctor a fin de cuentas fue él el que coordinó el equipo que puso nombres a las calles del ensanche.
Las calles son un libro de historia vivo, y tienen el peligro que en generaciones posteriores, se lean entrelineas, aquello que los abuelos quisieron ocultar.

Así que voy a dejar a Víctor escribiendo sobre Serrallonga o Cristobal Colón, y me voy a dar una vuelta por Barcelona de la mano de Manuel Saurí.

Manuel, es un impresor y librero con establecimiento abierto en la calle Ancha esquina  al Regomí. En 1849 editó:
De una edición facsímil con tirada de 1000 ejemplares, el mio es el 756


Nos permite, conocer muchas cosas de esta antigua metrópolis y como dice la portada contiene quince vistas y un excelente plano topográfico.

Como decía arriba, Víctor había sido el rector del equipo municipal que puso nombre a las calles del ensanche barcelonés. Es extraño que Víctor ni dedique calle ni haga mención aun gran poeta catalán y renovador de la poesía en castellano Juan Boscán.

Juan Boscán Almogávar Nació en Barcelona en 1492 - y finó en Perpiñán, 21 de septiembre de 1542. Amigo del toledano Garcilaso de la Vega. Juntos admiraban  la obra del poeta valenciano Ausiàs March, lo que no le impidió ser el introductor de el soneto y el verso endecasílabo también la octava real, terceto encadenado, canción en estancias o canción italiana.

¿Será por este cierto abandono de la lírica provenzal por lo que se le ha castigado?

Hoy Juan Boscán tiene plaza en la Barceloneta, pero es algo reciente por lo menos no figura en los callejeros del XIX que poseo.

Y por hoy sábado nada más ya pasearemos de la mano de Manuel y Víctor por nuestra ciudad que es hacerlo por la historia. Manuel no da hasta las cifras de clientes del bochín, los tugurios de Barcelona por ejemplo ese de:

Taberna del bochín tercera mesa
una jarra de tinto entre manos
y un tembleque mal disimulado
con dura y bronca voz así confiesa



Bochín soy funcionario de justicia

y esa que me sirve la manuela

hembra de ley por to lo sacrosanto

de joven fui mancebo de botica



pelaire cardador escudillero

cabo mayor cuatro años en el mar

cuatro más, diestro de ahogadero

Ved mis manos secas como sarmientos

gañotes escañé ya más de ciento

ministro bederre  bochín maestro


Mero mejor os dejo con una de Boscán que al contrario de los míos no desmerece el verso:


Si no os uviera mirado

no penara,

pero tampoco os mirara.



Veros harto mal á sido,

mas no veros peor fuera;

no quedara tan perdido

pero mucho más perdiera.

¿Qué viera aquél que no os viera?

¿Cuál quedara,

señora, si no os mirara?

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