lunes, 29 de abril de 2013

Xinzo de Limia



Dicen que había un llano al pie de la montaña donde llegaban turbulentas, las aguas del recuerdo. Dicen también que en ese llano,  tal como cambia la vida de los hombres, cambiaba el curso y nombre de ese río. Dicen, que a partir de la cascada era llamado Lete, o mejor Leteo.

Y cuenta la leyenda, que un trago de sus aguas, producía una amnesia tan radical y tan profunda; que las almas que allí bebían olvidaban todo, perdían todo rastro de memoria.

También dicen, que en Galicia hay, junto a la frontera portuguesa, un curso de agua, El Limia que tiene idénticas propiedades que aquel viejo Leteo.

Algo de cierto debe haber en ese mito, que solo Décimo Junio Bruto se atrevió a afrontar.  Sus soldados no querían cruzarlo por miedo. Él lo cruzó y desde la otra orilla llamó a sus hombres uno por uno y por su nombre. Lo que dejó probado que no se perdía la memoria por cruzarlo.

Dos veces he accedido a Galicia por Ourense. Por el camino que lleva desde Zamora y pasa por cerca del Lago de Sanabria. Es una ruta montaraz y no frecuentada por los turistas, por lo menos no por esa especie Turis Estuarensis que suele llegar del centro y parasitar la costa gallega. Mi destino suele ser Santo Estevo algo más al norte de Xinzo de Limia el pueblo y lugar donde debió ocurrir este hecho.

Pero resumiendo. Lo que Décimo Julio no sabía, es que por ese hecho y la posterior toma de Galicia sería apodado Galaico. Ahora lo recordamos como; Décimo Junio Bruto Galaico. Esa era la maldición del río, nadie que lo cruce, puede dejar de sentirse galego. Yo doy fe de ello.