viernes, 15 de marzo de 2013

Luciano



Luciano se desperezó. Un profundo bostezo, vino a poner fin a ese estado de semisomnolencia.  Sentado en la cama, con los pies buscando las pantuflas permaneció unos segundos, tal vez minutos hasta que todo en su entorno se fue consolidando.


Poco a poco los sentidos le devolvían a la realidad. Su primera preocupación fue la salud. ¿Seguirían avanzando los síntomas? Era esto algo que le había preocupado y mucho. Las últimas semanas había creído percibir tenues cambios en su imagen...

La sospecha le atenazaba. Maquinalmente  se puso ante marcha y aun antes de llegar al baño se echó una mirada de reojo en el espejo del dormitorio. Le costaba mirarse de frente. Llegó al baño, aun no había terminado su larga meada matutina cuando sintió otra vez la duda.

Hizo un gesto, apeló al coraje, y puesto frontalmente ante el espejo del lavabo encendió todas las luces y abrió los ojos.

¿Que veía? Un varón próximo a los sesenta, pero con un gesto deportivo y saludable... (ese era el primer síntoma). ¿Pero el cerco bajo los ojos, y las arrugas en la frente? no eran signos claros... por otra parte la comisura del belfo ligeramente ladeada... y ese aspecto de de... le costó reconocerlo en la comisura de su boca aparecía el signo infalible... un poco de baba... Entonces ya no dudó, se estaba transformando en un tonto de baba.

¡Qué diría ahora a los compañeros de partido? ¡Como lo iba a tomar el electorado?

Insomne preocupado no consiguió descansar en lo que restaba de noche. Apenas notó la luz en la ventana se levantó, se precipitó al despacho tomo el móvil y seleccionó un contacto.

Luis Luis, en algún punto lejano se  oyó la voz de Luis

- ¿Dime Luciano que te sucede?

- El mal creo que lo tengo... ¿qué mal? Ese el nuestro el de los políticos creo que me estoy volviendo tonto del culo...

- ¡Ah! es eso, no te alarmes no será nada...

¿Pero si me lo notan? ¿Cómo me presento yo en el partido? ¿Qué dirá el gobierno?

- Bah no te preocupes, desde el último descalabro electoral ya había muchos que lo pensaban; que mas te da que ahora lo digan.

- ¡Si si pero ahora que hago!

- Nada hombre nada tu como Cesar en el Senado... yo te ayudo...

- Ah vale como Cesar eso... gracias me tranquilizas

- Vale ahora descansa...

- Gracias Luis...

Se oyó el clic del corte de la llamada. Luciano preparaba un discurso a ver así... como Cesar...

Veni vidi vici...


En tanto Luis ya totalmente despierto decidió aprovechar el día. Si eso como Cesar, así es, como Cesar y siguió afilando su daga.

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