miércoles, 4 de mayo de 2011

Reflexión entorno a las reacciones sobre el caso Bin Laden

Reflexión final


Nos sorprendió el lunes la noticia de la muerte de Bin Laden.


Es una de esas ocasiones donde en los foros de la red se suelen emitir opiniones de todo color y gusto.


Sorprende ver lo poco elaborados que son algunos planteamientos. Los hay que se rasgan las vestiduras por la operación militar hecha por los USA en un país ajeno. Los que invocan, no se que principios democráticos para censurar el acto, e incluso, los que se consideran demócratas ofendidos por la prepotencia USA.


Son, a fin de cuentas, gente que muestra poca capacidad de reflexión y nulo entendimiento de la situación. ¿Por que a ver? ¿Qué esperaban? Acaso que el tribunal supremo USA enviara una citación a Bin Laden y que este se personase ante la justicia americana para defender lo legal y natural de sus acciones. O tal vez que una orden de busca y captura por parte de Interpol diera con el líder terrorista en alguna cárcel.


Señores Bin Laden era un anti-sistema violento. Para el, la cultura occidental, el cristianismo, y la democracia, eran enemigos y lo demostró con su obra y sus discursos. El era un enemigo de ese sistema. Era un teócrata; siempre y cuando sea el el interprete de la voluntad divina.


 Es de lamentar, que las reacciones a bote pronto, de muchos ciudadanos vayan por este camino de falsedades, en el fondo no deja de ser una forma de pensamiento falaz y equivocado. La muerte de bin Laden, lamentable como cualquier otra se inscribe dentro de una guerra, y una guerra la terrorista, mas carente de ética si cabe.


Es falaz querer aplicar una doctrina y un sistema al que manifiestamente lo niega y lo combate. Es equivocada, porque de la misma manera que el integrista islámico con su fe pretende santificar sus creencias. Ellos los de aquí pretenden la praxis democrática occidental como un estado prefecto. Algo que a poco que se escarbe en la realidad se nos cae por propio peso.


La democracia occidental es un sistema bueno, en teoría excelente sobre el papel, pero lleno de defectos en su desarrollo. Lamentablemente, no tenemos otro orden mejor para sustituirlo. Como decía ayer, la democracia occidental es el mejor de los sistemas posibles. Lo que no quiere decir que sea el mejor de los probables.


Para terminar un canto a la democracia, este sistema es tal que permite que gente tan corta de luces como de miras; como ejemplo nuestro presidente de gobierno, entre y salga del poder sin derramamiento de sangre.


El señor Rodriguez Zapatero es un caballero que llegó a Moncloa a caballo de la onda emocional de un atentado. Que se impuso el salir de Iraq y sacó nuestras tropas para llevarlas a otros frentes. Es el señor que no se levantó ante la bandera de los Estados Unidos en un desfile, para a continuación volverse loco de simpatías hacia Barak Obama. ¿Creía el señor Zapatero? que por populista y no ser republicano los principios de Obama serían distintos a los de su antecesor. Pues bien en una prueba de inmadurez mas nuestro jefe corre a felicitar a Obama por la muerte de su enemigo Bin Laden.


Es el mismo Zapatero que abominaba de la guerra contra Sadam Husein y que no duda en poner nuestro ejercito en una coalición contra otro diactadorzuelo como Gadafi.


En fin, el señor presidente de gobierno, adolece de la misma conducta errática y poco meditada que muchos de los participantes en los foros de la red. Pero lo que en la red solo es una anécdota, un dato social a señalar. En un presidente de gobierno es una conducta de riesgo y que como es natural no solo se lleva a cabo en política internacional; también es igual en política económica y social, con los resultados de todos conocidos.


Es el momento de plantear a los partidos políticos esta cuestión ¿Tienen ustedes o no algo mejor que ofrecernos? O solo hay en sus listas inmaduros, incapaces, e insolventes morales. Creo que de ser así, por bien del ejercicio democrático, deberían no presentar candidatos a las próximas elecciones. Es este un ejercicio de responsabilidad que creo la ciudadanía les debe exigir.


De la misma manera, a la hora de votar, los que ejercemos nuestro derecho; deberíamos ser igual de cuidadosos en la toma de decisiones. Títeres payasos incapaces mangantes y tartufos no tienen cabida en el sistema.


Darío

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